Con el avance de la tecnología los últimos años ha explotado el mundo del entrenamiento online.
En la red abundan los profesionales que ofrecen todo tipo de servicios, tanto enfocados a la salud como al rendimiento.
Fitness, culturismo, recomposiciones corporales y un gran sin fin de opciones entre las que también nos encontramos los entrenadores de deportes de resistencia: Running, Ciclismo, Triatlón y Trail Running entre otros.
La elección del profesional que te acompañe en tu proceso de entrenamiento es mucho más compleja de lo que parece. Por ello hoy quiero compartirte algunas claves y poner a tu alcance una serie de herramientas que te hagan tomar la mejor decisión para tu caso, porque, efectivamente, no va a ser la misma opción la mejor elección para todos.
¿QUÉ DEPORTE PRACTICO?
En primer lugar, y lo más obvio, es buscar un abanico de posibilidades de profesionales que se dedican al deporte que practicas: Entrenador de Running Online, Entrenador de Triatlón Online, Entrenador de Trail Running etc.
¿Significa que, si un entrenador es de running, no puede entrenarme para Trail running?
Para nada, en el mundo de la resistencia muy pocos entrenadores trabajan con un único perfil de deportista, o solo para un tipo de pruebas.
Muchos deportistas realizan pruebas de diferente tipología durante el año y no por ello cambian de entrenador 3 – 4 veces por temporada. Busca un entrenador especializado, a la vez que polivalente, siempre que seas una persona que pueda tener intereses variados.
Esto es extensible a triatlón, ciclismo y un largo etcétera de disciplinas que, finalmente todas se resumen a unas exigencias fisiológicas que impone la prueba en cuestión y una preparación que ponga tu cuerpo en condiciones para acometerlas.
¿CÓMO FILTRO ENTRE LAS OPCIONES?
Lo primero que te vendrá a la mente es descartar por precio, buscar cuánto cuesta cada profesional y empezar a tachar. Evidentemente es un factor importante a tener en cuenta, pero déjame que antes te diga qué debería pesar un poco más que el precio: la conexión.
No olvides que estás buscando un profesional que te acompañe en tu día a día, que te asista en el proceso de entrenamiento, con el que vas a compartir mucho más que simples sesiones y feedback de “todo ok”.
Que no te extrañe ver que muchos entrenadores no publican sus honorarios en sus webs y tienes que realizar pequeños cuestionarios o incluso tener una primera llamada telefónica con ellos.
En mi opinión, y por eso así lo hago yo, esa llamada es fundamental para que ambas partes valoremos si es la mejor decisión trabajar juntos. Puede que ese entrenador que en sus redes sociales o web parecía ideal, en llamada no lo sea, y viceversa, puede que un entrenador más modesto o con un perfil más bajo en internet, tenga un trato exquisito con sus deportistas y sea el que mejor se ajusta a lo que necesitas.
No juzgues sin conocer, y no descartes a nadie antes de tiempo.
En cuanto al precio, hay un apunte que siempre trato de sacar a la luz cuando alguien me dice que va a hacer un “esfuerzo” por pagar a uno u otro profesional.
Cuando inicias el proceso de entrenamiento con un entrenador, y si no cambia nada, debería ser para un periodo prolongado de tiempo: no hablo de tres meses, hablo de años. Por ello, realizar un esfuerzo económico inicial importante, que más adelante no sea sostenible y te haga separar caminos no tiene mucho sentido.
Ten esto en cuenta antes de apretarte demasiado el cinturón.
VALE, CONEXIÓN…PERO ¿Y LA FORMACIÓN?
Formación y experiencia deben ir juntas de la mano. Esto no se trata de acumular papeles en un cajón, ni de ver quien ha estado en más situaciones y más diferentes.
Ambas forman un tándem que aseguran herramientas al alcance del entrenador para resolver todo tipo de situaciones que se puedan plantear en el día a día.
¿Cuál de ellas priorizar? Me temo que ahí debes hacer una reflexión muy personal.
Probablemente un entrenador muy formado sea más técnico, conozca la explicación científica de todo lo que te ocurre y tenga en su cabeza el proceso ideal. La realidad es que la vida de los deportistas populares se aleja mucho de los sujetos de estudios y de deportistas profesionales que son los que ocupan las decenas de libros y formaciones que hemos recibido los entrenadores, por ello la experiencia toma un papel protagonista.
Haber estado en el barro hace que veas situaciones, problemas y soluciones, que no se encuentran en los libros. El trabajo del día a día es el que termina por dar forma al profesional que eres, es ahí donde formación y experiencia se dan la mano.
INVESTIGA, PREGUNTA, INSISTE Y DECIDE
La gran mayoría de entrenadores comparte las experiencias de sus pupilos en internet.
Los famosos testimonios, o “qué dicen de mi” no debería ser más que una cosa más que ocupa la web y que debes prestar relativa atención. No olvides que somos los propios profesionales lo que elegimos qué enseñar y cómo hacerlo.
En tu proceso de elección debes pedir todo tipo de referencias a conocidos, a deportistas que sepas que hayan trabajado con uno u otro entrenador, y que te transmitan lo que realmente hay detrás del mundo ideal de las pantallas.
Cómo trabajan en el día a día, cómo es su atención, de qué forma han gestionado imprevistos, cuál es su nivel real de implicación… Son cosas que debes saber antes de que te vendan la píldora en una llamada comercial.
De la misma forma que la conexión era importante al inicio, y te decía que no juzgaras sin conocer, lo traigo de nuevo ahora para adelantarte algo clave: los entrenadores no conectamos con todos los deportistas. Somos personas, y en el trato cercano es cuando las diferencias hacen que en lo personal seamos o no compatibles.
Busca a un entrenador compatible contigo y que no te aleje de él alguien que, por lo que sea, no ha tenido una buena experiencia con esa persona. Trata de conocer qué hay detrás de esa mala experiencia. Si ha sido un caso puntual, no le daría mayor importancia.
Tras muchos años en la profesión he coincidido y compartido deportistas en diferentes épocas con otros entrenadores y te das cuenta que este aspecto es uno de los que determina en mayor medida la duración y éxito de los procesos de entrenamiento.
PRUEBA, ENSAYO Y ERROR.
Para terminar este recopilatorio de consejos y herramientas, te diré que nada te va a acercar más a la mejor decisión que probar, y, si te has equivocado, rectificar.
Un entrenador no es para toda la vida, pero si debes iniciar el trabajo con alguien que creas que se adapta a lo que estás buscando. Si tras un tiempo prudencial, en el que hayáis tenido tiempo de conoceros, de conocer la forma de trabajo y acometer los primeros objetivos ves que la cosa no funciona, no tengas miedo en abandonar el barco y buscar otra opción.
En mi caso, este periodo mínimo suele ser de 3 meses, en los que ambas partes tenemos el tiempo necesario para evaluar si lo que está aconteciendo nos lleva o no a buen puerto. No es la primera vez que un deportista abandona a los 3 meses por no haber cumplido sus expectativas, ni son pocos los deportistas que tras ese tiempo he tenido que ser yo el que dejara el servicio por no entendernos en el día a día.
Esto es lo más parecido a una relación de pareja que puedas encontrar en lo profesional, por ello es importante llegar a acuerdos, ser flexibles y adaptarse ambas mitades, sin renunciar a los no negociables de cada uno.
PARA TERMINAR
Con estas líneas espero haberte ayudado, y que tu proceso de selección sea algo más llevadero.
Me gustaría pensar que pronto trabajaremos juntos, pero siempre que sea tras haber pasado por todos los filtros y cumplido con todos los puntos escritos anteriormente.
De igual forma estaré encantado de ayudarte en lo que necesites y de aclararte todo aquello que no haya quedado reflejado de la mejor forma en el blog.
¡Salud y kms online!
Nacho
